Las Fiyi, antiguas islas caníbales

Ya ha pasado más de una semana y Japón continúa luchando contra los elementos para poder controlar la central nuclear de Fukushima. Sin embargo, hoy no os voy a hablar del país del sol naciente, sino de Fiyi, uno de los muchos que sufrió la alerta de tsunamis decretados en el área del Pacífico después del terrible terremoto de magnitud 8.9 que asoló Japón.

Las islas Fiyi se encuentran en el Océano Pacífico Sur, cerca de Vanuatu, Nueva Caledonia , islas Salomón y Papúa Nueva Guinea (países que forman parte de la Melanesia) y también cerca de Tonga, Samoa, las islas Cook y la Polinesia francesa. De sus más de 300 islas, las dos más grandes son Viti Levy y Vanua Levu y su capital es Suva.

Mapa Islas Fiyi // Fuente: negociodeviajesporinternet.blogspot.com

En 1643 recibieron por primera vez a exploradores europeos, pero pasaron más de 100 años hasta que otros, como James Cook, decidieran introducirse en un terreno tan alejado repleto de tierras vírgenes. En el siglo XIX, muchos comerciantes se desplazaron a las islas para buscar productos y alimentos como madera de sándalo y pepino de mar. Este contacto entre fiyianos y europeos permitió que los primeros pudieran manejar herramientas de metal y armas y conseguir tabaco y telas. Sin embargo, este supuesto avance provoco luchas intestinas entre los clanes, llamados mataqali. Además, muchas de las ciudades se convirtieron en puertos comerciales muy importantes, lo que provocó que países como Francia, Reino Unido y EE.UU quisieran disputárselo. El ganador de la batalla fue Reino Unido, que consiguió proclamar a las islas como colonia británica en 1874 y en 1970 lograron su independencia.

Uno de los problemas de Fiyi son las luchas entre fiyianos e indios, que habían abandonado su país para conseguir una vida mejor. Desde principios de XX, la segregación racial hacia los indios fue común, así como asesinatos y atentados de grupos radicales fiyianos. Aunque la situación ha mejorado, de momento no hay una solución cercana.

En cuanto a su cultura, se expresan mucho a través de la danza y, más concretamente mediante los mekes, bailes tradicionales que se interpretan en momentos transcendentales como nacimientos, bodas, muertes…

Las islas «caníbales», como también se las conoce, realizan muchas tallas en madera, como garrotes de guerra o tanoas, vasos típicos del lugar.

Tanoa // Fuente:Nisabula.com

Más información: GeoPlanetaFiji Government Online Portal

El último paraíso perdido

En ocasiones, la tierra decide lanzar un rugido de furia que sale desde lo más hondo de su ser. Algunas veces es prácticamente inofensivo, como si fuera un murmullo. Sin embargo, no siempre sucede así, pues a veces la queja que exhala es demasiado poderosa, tanto, que el mundo se echa a temblar. El seísmo que asoló Nueva Zelanda hace apenas unos días es una buena prueba de ello, en una región donde los terremotos son bastante comunes, el llamado círculo de fuego.

Nueva Zelanda se encuentra en el sur del Océano Pacífico y a 1600 km de Australia. Básicamente está formado por dos islas grandes (la Isla del Norte y la Isla del Sur) y otras tantas de menor tamaño. Las dos islas principales son muy diferentes: por un lado, la isla del  Norte se caracteriza por sus numerosos volcanes y por el otro, en la isla del Sur se localizan los Alpes neozelandeses.

Nueva Zelanda // Fuente: Lonely Planet

El descubrimiento del lugar se debe a un polinesio llamado Kupe, que la bautizó como Aotearoa, la tierra de la larga nube blanca. En 1530 se produjo una migración masiva de compatriotas del polinesio, que llegaron al país y se mezclaron con sus habitantes.

Aunque el primer europeo en llegar a la región fue un holandés, muchas veces el mérito se le atribuye a James Cook, que logró adherir la tierra  a la corona británica. Durante mucho tiempo se produjeron problemas entre los pakeha o colonos y los maoríes, el pueblo indígena del lugar, hasta 1840, cuando se firmó el tratado de Waitangi, en el que los maoríes cedían la soberanía de Nueva Zelanda a cambio de protección. En 1931 se reconoció la independencia del país, aunque no fue formalmente reconocida hasta 1947. Nueva Zelanda fue la última tierra en ser descubierta.

A los neozelandeses se les conoce cariñosamente como kiwis, pero no por la fruta. Los kiwis son aves nocturnas, nativas de Nueva Zelanda y consideradas  símbolo del país. En cambio, el kiwi (fruta) es de origen chino, pero crece en toda la región. Antes se conocía como grosella espinosa china, pero cuando Nueva Zelanda se inició en su comercio y expansión, decidió cambiarla de nombre por otro más apetecible y de ahí surgió kiwi. De hecho, los neozelandeses han hecho del kiwi (en todas sus variantes) una identidad nacional.

 

Kiwi // Fuente: Diarioanimales.com

Siguiendo con la tradición de incluir recetas culinarias del país en cuestión, hay que destacar el Pavlova, un postre en homenaje a la bailarina rusa Anna Pavlova. Está hecho de merengue y crema y normalmente se suele poner por encima fruta y ,por supuesto, una de las más usadas es el kiwi.

 

Postre Pavlova //Fuente: Viajejet.com

Más información: Geoplaneta, New Zealand Government y Neawzealand.com