Las banderas de Libia

Seguro que habéis estado prestando mucha atención al conflicto libio. Me imagino que habéis visto numerosos gráficos en los que se representan la situación de cada uno de los frentes. Y también que habéis observado en las noticias que los rebeldes ondean una bandera y los progadafistas, otra.

La más vieja de todas es la rebelde, tricolor. Data de 1951, cuando Libia consiguió su independencia de Italia. En aquel momento, Libia se constituyó en una monarquía, con el rey Mohamed Idriss Al Senussi como jefe de Estado. Sus colores indican, como en todos los pabellones del mundo, la historia de esta tierra bañada por el oro negro.

 

Bandera libia 1951-1969 // Fuente: Zadlander.blogspot.com

El rojo significa sangre, como casi siempre que aparece en una bandera, la sangre de los asesinados por la libertad de Libia. El verde, esperanza. El negro tiene relación con una cofradía musulmana en la que participaba el rey . Además de estos colores, aparecen una estrella y una media luna, símbolos del Islam. Este estandarte ya figuraba en la región de Cirenaica, con Bengasi como capital y está inspirada en la del Imperio Otomano, del que formó parte, junto con Trípoli.

La otra bandera es la verde, la única monocroma del mundo. Antes de su definitiva aprobación, se usaron otros pabellones en Libia, pero en 1977 se decidió implantar la actual, verde, el color del Islam. Además, también se refiere a la promesa de Gadafi de hacer de Libia un país autosuficiente gracias a la revolución agrícola.

Bandera actual de Libia // Fuente: Banderas-e-himnos.com

Fuentes: El PaísHistoriadores Histéricos

Costa de Marfil, lejos y cerca del cielo

¿Para que votar en unas elecciones si el candidato que yo elijo sale ganador pero no se le permite gobernar? Eso es lo que se preguntan miles de marfileños tras el sonoro pucherazo de su otra vez presidente Laurent Gbagbo, cuando en realidad su puesto debería ocuparlo el auténtico ganador de los comicios del pasado domingo, Alassane Outtara, reconocido por Obama, Sarkozy y la ONU como justo vencedor. En algunos sitios, la democracia solo se acepta si es en beneficio propio.

Costa de Marfil se encuentra en África y limita al oeste con Liberia y Guinea; al norte con Mali y y Burkina-Fasso; al este con Ghana y al sur con el oceáno Atlántico y el Golfo de Guinea. Aunque su capital es Yamussucro, la ciudad, la urbe más importante del país (y de toda la región) es Abidjan. Abidjan fue pasto de la delicuencia hasta 1951 cuando los franceses (el país fue una colonia francesa) terminaron la construcción del canal Vridi, que une la laguna de Abidjan con el oceáno Atlántico. Desde entonces, la ciudad ha ido creciendo y ahora es una metrópoli de casi 4 millones de habitantes.

Mapa de Costa de Marfil // Fuente: Guíamundialdeviajes.com

Como dije antes, Costa de Marfil fue una colonia francesa, desde 1893 hasta 1960. Félix Houphouët-Boigny fue el principal artífice de la independencia marfileña. En 1944 fundó el Sindicato Agrícola Africano para luchar por los derechos de los hacendores africanos frente al de los franceses. Su ascenso fue imparable, hasta llegar a convertirse en el primer presidente del país libre. En 1993 Houphouët murió y le sucedió Henri Konan Bédié hasta 1999 con el golpe de estado. En 2000 se celebraron unas elecciones un tanto accidentadas que ganó Laurent Gbagbo. Y en 2002 llegó el horror en forma de guerra civil que duró hasta 2003.

El país es el mayor exportador de cacao del mundo y también lo es, pero en menor medida, de café, algodón, plátano, piña y caña de azúcar. Pero no todo lo exportan, ya que tienen una gastronomía riquisima, como demuestran dos de sus platos más populares: el attiéke y el aloco.

El attiéke es mandioca rallada, como cuscus y se come con los dedos, como casi todas las comidas de la zona. El aloco es un plátano maduro en aceite de palma aliñado con cebollas al vapor y chile que se coma sola o con pescado. Estos alimentos se pueden degustar en un maquis, un restaurante callejero.

Como curiosidad, el país cuenta con la catedral más grande del mundo, como la Notre Dame de la Paix, en la capital, que figura en el Libro Records de los Guinnes como la más grande superando a la Basílica de San Pedro. Este hecho es muy sorprendente ya que sólo el 12% de la población es católica. Un gasto excesivo para un país que tiene necesidades más importantes.

Notre Dame de la Paix // Fuente: Structurae

Fuentes (y más información): GeoPlaneta, Aldeas Infantiles Sos y Tixik.com