El archipiélago de la discordia

¿Por qué tanto ajetreo por la visita de Dmitri Medvedev, el presidente ruso, a las islas Kuriles? ¿Qué se esconde detrás de tantos cruces de palabras y amenazas?.

Las Kuriles no son unas islas cualquiera, Japón y Rusia llevan luchando por ellas desde el siglo XVIII, cuando empezaron a ser colonizadas. Aunque técnicamente se podría decir que pertenecían a Rusia, lo cierto es que en los Kuriles del Sur se notaba mucho la influencia japonesa, tanto es así que Rusia construyó una fortificación en 1795 para evitar el avance de los nipones.

Mapa de las Kuriles // Fuente The Pacific Marine Environmental Laboratory (PMEL)

Viendo como estaba la situación, en 1855 ambos firmaron un tratado bilateral para garantizar la paz y la amistad y la delimitación de fronteras, que se situó en los Kuriles del sur.

En 1875, se firmó otro acuerdo en el que Rusia cedía a Japón 18 islas Kuriles y este a cambio aceptaba el dominio ruso en la isla de Sajalín.

Se abrió un período muy tranquilo que duró hasta 1945. Japón, que había luchado en la II Guerra Mundial contra los aliados y vencedores de la contienda, firmó el Acta de Capitulación y aprobó las condiciones de la Declaración de Potsdam que limitaban su soberanía a unas islas menores de la Kuriles.

He aquí el quid de la cuestión. Lo que reclama Japón son cuatro islas de Kuriles de Sur (Iturup,  Kunashir, Shikotan y Habomai), las que visitó Medvedev, alegando al tratado de 1855. Sin embargo, Rusia no está de acuerdo, ya que según ella fueron traspasadas a la Unión Soviética mediante los acuerdos que se firmaron al terminar la II Guerra Mundial y, por lo tanto, son rusas actualmente, por ser Rusia la heredera natural de la URSS.

Este conflicto no tiene visos de acabarse. Desde 1945 hasta hoy se han utilizado muchas fórmulas y todas han fracasado, a la vista está por las últimas noticias.

¿Cómo son las Kuriles?

Son islas volcánicas que se encuentran entre la península de Kamchatk, perteneciente a Rusia y la isla de Hokkaido, de Japón, que además, separan el mar de Ojostk del Pacífico. Como son islas, su industria pesquera es muy importante y se abastecen de calamares, cangrejos y otros crustáceos. Pese a todo, el nivel de vida de la isla es muy precario aunque se han prometido planes para su desarrollo.

Bahía de Krabovaya//Fuente RiaNovosti

Más información en la Agencia de Información de Rusia Ria Novosti, que tiene una galería de fotos de las islas Kuriles.