2005. Un domingo cualquiera. El periódico de toda la vida con su revista dominical. Nada particular de momento, pero dentro de ese magazine leí un reportaje que me llamó mucho la atención. Sin embargo, no volví a pensar en él hasta hace poco, con motivo de mi blog.
Ese año, la agencia de publicidad portuguesa Foote Cone & Belding (FCB) elaboró una campaña publicitaria llamada Meet the World para la revista política Grande Reportagem y tuvo un éxito arrollador. Entre otros, ganó el Grand Prix de Gráfica del Festival Iberoamericano de la Publicidad (FIAP) y un León de Oro en la misma sección del Festival Internacional de la Publicidad de Cannes, casi nada. Un éxito merecido, sin duda, porque consiguió que todo el mundo descubriera la cara oculta de las banderas, la más cruel y, por desgracia, más cierta y verdadera.
Las banderas son la seña de identidad de un pueblo, de una región. A veces están divididas en franjas de colores, otras tienen símbolos, unas pocas tienen escudos y varias aúnan todo lo anterior. Muchas veces, los estandartes reflejan la historia de un pueblo, su lucha más importante, ocurrida años atrás, pero ese pabellón no siempre tiene relación con el presente. Los publicistas de la hoy Draft FCB lograron «modernizar» esas banderas utilizando datos actuales, pero en la mayoría de los casos son negativos. De esta forma, pretendían impactar y hacer llegar a un mayor número de personas la verdad sobre países como Angola, Brasil, Indonesia, Somalia o incluso EE.UU. La realidad de estos países, su verdadera realidad, callada algunas veces, desconocida siempre.
Para conseguir la perfecta simbiosis entre la bandera y el país, buscaron datos para poder asociar a cada elemento de la bandera, como franjas de colores o estrellas. El resultado es asombroso, ya que la correspondencia es total.
Por ejemplo, en el caso de Brasil se juega mucho con el tamaño que ocupa el color para explicar el poder adquisitivo mensual de los brasileños y se comprueba que el núcleo con menores posibilidades es el más numeroso.
En la de Angola se observa una realidad tan frecuente que a muchos les da igual: los afectados por el VIH y la malaria frente a los que tienen cuidados médicos.
Todos sabemos que Colombia es un gran exportador de café y cacao, pero nunca imaginamos que la cocaína ganara por goleada a las anteriores (o puede que sí pero nunca lo quisimos reconocer).
¿Y qué se puede decir de la bandera de la Unión Europea? A priori, no tiene los mismos problemas que los países anteriores, pero su dependencia del oro negro es muchísimo mayor que su producción y eso es, al fin y al cabo, un gran problema.
Y hay más, como Somalia:
Estados Unidos
China
Burkina Faso
Fuentes: Americalate.com, Centrodemarketing.com y Visualmente.blogspot.com