Primero fue Túnez, después Egipto. ¿Cuál será el siguiente? En estos momentos se está asistiendo a manifestaciones masivas en casi todos los países árabes que claman libertad, democracia, en pocas palabras: un lugar donde poder vivir sin estar bajo el yugo de 4 personas que lo tienen todo dejando al resto sin nada. Hoy quiero centrarme en uno de esos países, que comenzó su revuelta popular este lunes. Nos vamos a Bahrein.
Bahrein es un archipiélago formado por 40 islas, cuyo conjunto no supera los 800 km2. Situado en el Golfo Pérsico, comparte frontera con Qatar por el sur y por el este y con Arabia Saudí por el oeste y noroeste. Según datos de 2006, allí viven unas 724645 personas, la mitad de ellas extranjeras.
Como casi todos los países de la zona, su idioma es el árabe (aunque se habla muy bien el inglés) y su religión es el Islam. Son muy conservadores, por ejemplo,en las zonas tradicionales las mujeres deben llevar faldas que cubran como mínimo por la rodilla y en las mezquitas está prohibido entrar con zapatos y es recomendable hablar en voz baja.
Bahrein, cuya capital es Manama, es un conglomerado de etnias, las más importante la suní y la chíi, en constante tensión. Ambas son ramas del islam, siendo la suní la mayoritaria en la comunidad islámica pero minoritaria en Bahrein. El país se encuentra controlado por los suníes, mientras que los chíitas representan al 80% de una población que ve como se enriquece la familia real, encabezada por Hamad bin Essa Al Khalifa y que ocupa los mejores puestos de la región.
Un consejo por si alguna vez vais a visitar Bahréin: no rechacéis nunca una taza de café, se considera de mala educación. De hecho, incluso en las tiendas lo ofrecen mientras regatean sus precios. Por cierto, la moneda oficial es el dinar.
Más información: KLM, Bahrain Tourism y El País.